ANORMALIDADES DE LA FRECUENCIA CARDIACA
DEFINICION
Es la frecuencia cardiaca en reposo acelerada (taquicardia) o disminuida (bradicardia) que rebasa los límites de normalidad para la edad. El diagnóstico depende, en su mayor parte, de los datos del electrocardiograma.
DIAGNOSTICOS DIFERENCIALES |
DATOS CLINICOS |
Taquicardia sinusal. |
Relación P – QRS – T normal, ejed de la onda P normal (0 – 90°), complejo QRS estrecho; frecuencia <220 / minuto); constituye reflejo de algún padecimiento subyacente como sepsis, hipovolemia o fiebre. |
Taquicardia supraventricular. |
Relación QRS normal si la onda P se encuentra incluida en la onda T; o bien, aspecto P – QRS –T normal; complejo QRS estrecho en más del 90% de los casos; si existe onda P, el eje suele ser de 270° a 360°; la frecuencia cardiaca es de ³ 220 / minuto; el niño puede hallarse asintomático o manifeswtar síntomas y signos de choque. |
Aleteo auricular. |
Ondas P múltiples por cada complejo QRS – T, lo cual da un aspecto dentado al trazo; la frecuencia auricular es de ³ 300 / minuto, con velocidad variable de conducción al ventrículo (2:1, 3:1, 4:1); se requiere un ECG completo de 12 derivaciones, ya que las ondas P de aleteo quizá no se noten en algunas derivaciones; es más habitual en posoperados y lactantes recien nacidos. |
Fibrilación auricular. |
Imposible de determinar ondas P; la línea basal se presenta con ondas finas u ondulantes; el complejo QRS estrecho es irregular; rara vez se observa en niños. |
Taquicardia ventricular. |
Complejos QRS – T anchos y caprichosos con ondas P no detectables o sin ninguna relación con el complejo QRS; la frecuencia de QRS suele estar entre 120 y 300 latidos / minuto; el niño está en choque. |
Bradicardia sinusal. |
Relación P – QRS –T normal, complejo QRS estrecho, el eje de la onda P es normal (0 – 90°); es posible observarse en los niños atléticos. |
Bloqueo auriculoventricular 2:1 |
Relación P – QRS – T normal con complejo QRS estrecho en los latidos conducidos, seguidos por onda P sin conducción; es raro en niños, pero puede observarse en pacientes cardiópatas posoperados. |
Pausa sinusal. |
Relación P – QRS – T normal, complejo QRS estrecho; de modo intermitente, el nódulo sinusal cesa de general impulsos, lo cual origina una pausa en el trazo; los latidos de escape auriculares o de la unión pueden restituir el ritmo ventricular básico después de la pausa. |
Bloqueo auriculoventricular completo. |
Las ondas P y QRS – T tienen relaciones independientes; la frecuencia auricular suele ser mayhor que la ventricular; el complejo QRS es estrecho; con más frecuencia se observa en recién nacidos con bloqueo cardiaco congénito o en el prosoperatorio de pacientes cardiópatas. |
TRATAMIENTO
El tratamiento de la taquicardia o de la bradicardia depende del diagnóstico preciso con ECG; no se aconseja iniciar terapéutica alguna mientras el diagnóstico no se aclare. La mayor parte de las bradicardias no requieren tratamiento inmediato, a no ser que haya indicios de toxicidad a causa de medicamentos antiarrítmicos. En el dianóstico diferencial de cualquier tipo de bradicardia cabe considera la toxicidad por digital.
PUNTOS FUNDAMENTALES
No ha de emplearse cardioversión inicialmente en un niño con intoxiación por digital. En casos de taquicardia, siempre hay que considerar la posibilidad de sobredosis de digital o antidepresor tricíclico. Varias arritmias pueden ser precipidadas o exacerbadas por trastornos metabólicos como hipoxemia, hipoperfusión, acidosis o anormalidades de los electrólitos. En caso de estar presentes, hay que corregirlos.
La taquicardia sinusal se soluciona con tratamiento del proceso sistémico subyacente. La terpéutica inmediata de la taquicardia ventricular incluye maniobras vagales. Es esencial obtener un electrocardiograma completo de 12 derivaciones para lograr un diagnóstico preciso. El trazo que se obtiene a una velocidad de 50 mm / seg a veces revela ondas P ocultas por haberse enterrado en las ondas T.
Por lo general se inicia el tratamiento de la taquicardia cuando el paciente manifiesta síntomas; mareos, pérdida del conocimiento, intolerancia al ejercicio, cansancio, etcétera.